Defensas mejoradas para el Nuevo Año
Los dichos antiguos, tales como: “una manzana al día, el médico te ahorraría”, conllevan mucha sabiduría, pues remarcan la importancia de los alimentos saludables y su relación con la salud general.
Alimentarse con productos naturales, comidas con vegetales y frutas frescas, tomar agua, promueve la fortaleza del sistema inmunológico para evitar enfermedades infecto contagiosas, favorecer la recuperación en caso de llegar a enfermarse y mejorar el desarrollo y crecimiento de niños y adolescentes. En los adultos una buena alimentación enlentece el envejecimiento, disminuye el riesgo de enfermedades degenerativas y alivia el cansancio de las tareas diarias.
Entre las principales vitaminas para sostener y mejorar al sistema inmunológico están:
Vitamina C:
Está entre los principales estimulantes del sistema inmunológico. Es tan cierto esto que su carencia implica mayor tendencia a enfermarse. Los alimentos más ricos en vitamina C incluyen naranjas, toronjas, mandarinas, frutillas, kiwi, pimientos, espinaca, kale, brócoli, col (especialmente si está cocinada al vapor).
Es importante consumir varios de estos alimentos para mantener una ingesta diaria adecuada de vitamina C, puesto que nuestro cuerpo no la produce, y tampoco la almacena.
Lo más maravilloso de la vitamina C es que está presente en diferentes cantidades, en muchos alimentos frescos, y no es necesario recibir suplementos, salvo que el médico así lo indique.
Vitamina B6:
Es vital para realizar las reacciones bioquímicas en el sistema inmunitario. Los alimentos que más concentración de vitamina B6 contienen son pollo y peces de agua fría como salmón y atún.
También está presente en los vegetales verdes y garbanzos (es decir, que el rico y versátil humus contribuye a una nutrición integral).
Vitamina E:
Es un poderoso antioxidante que ayuda a defendernos de las infecciones. Esta vitamina, asociada a la prevención del envejecimiento, está disponible en nueces, semillas brócoli y espinacas. Una dieta que incluya aceite de oliva, almendras, avellanas, pistachos, frutas como el aguacate y el mango, o frutas secas como pasas, albaricoques, dátiles e higos, favorece al requerimiento diario de vitamina E. El aceite de hígado de bacalao, los pescados en general y las vísceras, también proveen de una dosis diaria adecuada de esta vitamina.
Un secreto para elegir los alimentos más adecuados y ricos en vitaminas está en elegir aquellos más vistosos por sus colores.
Además de las vitaminas mencionadas, es importante garantizar en la alimentación la variedad en todos los productos, como proteínas de buena calidad (carnes magras, aves, pescados, evitando la grasa y piel de chancho y aves), carbohidratos provenientes de leguminosas, cereales y tubérculos (granos, avena, quinua, papas, yuca, camote), grasas saludables como las que están en semillas, nueces, aguacate y aceite de oliva o coco.
Es importante evitar los productos procesados, es decir, lo que viene en empaques, frascos o latas, puesto que no garantizan la cantidad adecuada de nutrientes, especialmente vitaminas.
Los buenos hábitos, como dormir 6 a 10 horas diarias y realizar ejercicio más de 150 minutos por semana, también contribuyen a fortalecer, no solamente el sistema inmunológico, sino nuestro cuerpo en general.
FUENTE:
https://health.clevelandclinic.org/3-vitamins-best-boosting-immunity/
https://www.efesalud.com/vitamina-e-antioxidante/
https://ginasiovirtual.com/wp-content/uploads/2018/01/alimentos-vitamina-c.jpg
https://image.freepik.com/vector-gratis/vector-alimentos-vitamina-b6_87689-379.jpg
https://hdstatic.net/gridfs/holadoctor/_5_27-1550688326,922.jpg
SERVICIO MÉDICO UETM