¿Cómo logramos que los estudiantes se involucren y aprendan de manera más significativa? Una respuesta a esta gran incógnita consiste en el aprendizaje experiencial guiado por la reflexión y la inmersión de los estudiantes en la aplicación de sus conocimientos y destrezas en un contexto real.

Nuestros estudiantes de tercero de bachillerato A, en su clase de biología, aprendieron sobre el genoma canino. Tales fueron sus descubrimientos que quisieron expandir sus conocimientos a nuestra comunidad educativa.

Diseñaron una serie de actividades y organizaron una exposición a la que invitaron a estudiantes de 7mo EGB.

Iniciaron este encuentro con una presentación sobre la importancia del genoma humano y canino y dieron a conocer varios trabajos realizados a lo largo del año en Biología para difundir la importancia de las ciencias.

Realizaron una pequeña dramatización para explicar la extracción casera de ADN y prepararon varios microscopios con placas de cromosomas de células del ser humano, para que los estudiantes de séptimo puedan observar y familiarizarse con los instrumentos de laboratorio que se utilizan en la asignatura.

Finalmente, en grupos compartieron diferentes actividades lúdicas para conocer sobre las características fenotípicas de los perros, por ejemplo, la textura del pelo, el color de los ojos, etc.

Durante esta actividad, todos los estudiantes se mostraron entusiastas en participar de las actividades y compartieron un momento interesante, diferente y entretenido con sus compañeros.

Diana Ortega
Profesora IB de Biología de 3ro BGU