En la primera infancia nos preocupamos por crear los cimientos para la formación integral de los niños y niñas; por lo que el desarrollo de las habilidades psicomotoras a través de la experiencia, tiene un papel fundamental en su proceso de aprendizaje futuro.

La estimulación de la motricidad fina implica el movimiento de los diversos músculos, a través de experiencias estimuladoras y motivantes para los niños de acuerdo a su etapa evolutiva y a su nivel de desarrollo.

Los movimientos finos, requieren cada vez de mayor exactitud, precisión, que son desarrolladas paulatinamente, de manera sistemática y secuencial en la primera infancia en actividades cotidianas de casa como cocinar, recolectar objetos del entorno, jugar a la pelota.

Alentamos a las familias a seguir brindando estas experiencias que aportan al desarrollo de nuestros niños entre juegos y diversión.

Ana Pavlica
Docente de Kínder y Primero de Básica